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Juegos de lucha que se descargan directamente en el teléfono móvil y en los que, además de pelear, se puede apostar dinero. Y casas deportivas donde entran sin que se les pida el DNI, en las que se abren su propia cuenta y pujan en partidos de fútbol y baloncesto. Si se quedan sin crédito, la misma ‘empresa’ les ingresa, por ejemplo, 200 euros, para que no pierdan la asiduidad. Son dos de los principales focos donde la ludopatía está creciendo de manera «alarmante» y que afecta principalmente a los menores de edad. Una tendencia nacional también muy presente en Extremadura, tal y como lo avalan los datos que maneja la Asociación Extremeña de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Aexjer), que asegura que desde principios de 2016 ha subido un 10% el número de menores ya diagnosticados como ludópatas debido a los juegos y apuestas online.
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